¿Cómo comprar un buen vino?
Cuando vamos a comprar un vino y elegimos una botella conviene recordar las siguientes pistas que nos ayudarán a comprar en las mejores condiciones. Te presentamos a continuación una serie de consejos para comprar vino en buen estado:
1. Comprar en establecimientos donde se maltrata el vino.
Lugares donde las botellas se tratan como una mercancía más, se almacenan bruscamente y se conservan en pésimo estado. Estos vinos no estarán bien conservados, además es posible que la oferta de vinos sea muy estandarizada y no nos darán consejo experto.
2. Comprar vinos por precio, ofertas unitarias, vinos demasiado baratos o demasiado caros.
El precio es una variable en todo caso limitativa a tener en cuenta para decidirse, pero no ha de constituir un planteamiento inicial sobre el que escoger un vino.
3. Comprar vinos sin conocer la cosecha.
El vino tiene una vida limitada, así que al comprarlo hay que saber su edad para después poder elegir el mejor momento de consumo estando seguros de que no se ha echado ya a perder.
4. Comprar un vino muy antiguo que nos aseguran es una ganga.
No se debe confundir los vinos que “no se beben” (los vinos de coleccionistas o de inversión, que se venden habitualmente en subastas) con los vinos que “se beben” y que tienen un periodo de consumo óptimo. Indefectiblemente un vino muy antiguo estará en pleno declive o directamente en mal estado. Además, si el vino no es noble, entonces te están tomando el pelo y no deberías ni plantearte su compra como vino añejo.
5. Llevarse botellas de un escaparate.
Pues habrán estado expuestas a mucha luz directa, movimientos y ruidos que habrán perjudicado al vino, quizá seriamente. Si no tienen más botellas, escoge otra opción.
6. Comprar vinos sin marca.
Aunque nos aseguren que se trata de un vino “casero”, “tradicional”, de “la casa”, “natural”,… nunca se debe comprar vinos sin etiquetas o que no tengan todos los datos necesarios y legales en su envase. Entre 2010 y 2013 más de 300 personas murieron en todo el mundo por consumir vinos y licores “caseros”, que estaban adulterados (con o sin dolo) por una incorrecta elaboración. En un vino sin etiqueta, sólo tú eres el responsable de lo que bebes.
7. Guiarse por falsos prejuicios o tópicos.
Como que el vino francés es el mejor, que el rosado es de mala calidad, que un término “cháteau” en la etiqueta es sinónimo de calidad, que a mayor precio mejor vino,… etc.